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Nulidad matrimonial y divorcio: diferencias

Si ha oído hablar alguna vez de la nulidad matrimonial, es posible que tenga algunas dudas. Muchas personas asimilan esta figura a un divorcio, pero lo cierto es que no es así. Vamos a verlo para aclarar la cuestión.

Nulidad matrimonial

Existen dos formas de contraer matrimonio: matrimonio religioso (en esta ocasión vamos a centrarnos en el que se hace por la Iglesia) y matrimonio por lo civil. El divorcio se aplica únicamente a estos últimos, es decir, a los que se han casado por lo civil.
En la religión católica no existe el divorcio como tal, ya que el matrimonio se considera indisoluble. Por este motivo, no es posible pedir el 'divorcio por la Iglesia'. Ahora bien, si que existen una serie de causas de nulidad eclesiástica, las cuales servirían para que un matrimonio quede sin efectos y, por tanto, los cónyuges puedan volver a casarse con otras personas. Las causas de nulidad vienen recogidas en el Código Canónico:

  • Impedimentos que nacen de circunstancias personales (edad; Impedimento de impotencia antecedente y perpetua);
  • Impedimentos que nacen de causas jurídicas (haber estado casado; tener cultos diferentes...);

  • Impedimentos que nacen de delitos (Impedimentos de rapto y de crimen);
  • Impedimentos de parentesco (Impedimentos de consanguinidad, afinidad, pública honestidad e impedimentos de parentesco legal);
  • Nulidades por vicio de consentimiento (carecer de uso de razón; error acerca de la persona...);
  • Nulidades por defecto de forma (Matrimonio nulo por celebrarse sin la asistencia del ordinario del lugar o párroco, o sin su delegación; matrimonio por procurador nulo por vicio del mandato).

Para que un matrimonio católico sea declarado nulo, será preciso contar con la ayuda de un abogado especializado. Por eso, si usted y su cónyuge están en esta situación y necesitan que les orientemos, les recordamos que pueden ponerse en contacto con nuestro Despacho de Valencia, donde les ayudaremos con todo lo posible.

Requisitos divorcio

En cuanto al divorcio civil, este no necesita que se alegue ninguna causa concreta, pues basta con presentar la demanda por parte de uno o de los dos cónyuges. El único requisito es que se cumpla el plazo de 90 días desde la boda, como indica el Código Civil. En dicho caso, un abogado de divorcios le ayudará a plantear la demanda y a realizar el resto de trámites.